1.
¿Qué son las habilidades motrices?
Habilidad motriz, según Albert Batalla Flores “Habilidades motrices, es la competencia de un sujeto frente a un
objetivo dado, aceptando que, para la consecución de ese objetivo, la
generación de respuestas motoras, el movimiento, desempeña un papel primordial
e insubstituible.
Ejecutamos habilidades motrices en nuestra vida
cotidiana, en situaciones domésticas (hacer la cama o barrer el suelo),
laborales o profesionales (un sastre confeccionando una pieza de ropa o un
operario manipulando una máquina) o de ocio (partido de fútbol con nuestras
amistades o una carrera continua por el parque).
Hay tres grandes tipos de habilidades motrices: las habituales, aquellas que utilizaríamos
en nuestro quehacer diario, las profesionales,
corresponden a nuestro ámbito laboral y las de ocio.
Dentro de las habilidades motrices de ocio, encontramos
las habilidades deportivas que son las que más presencia tienen en
nuestra realidad social. Pero, no todas las habilidades motrices que utilizamos
en nuestro tiempo libre pueden catalogarse como deportivas. Por ejemplo, en una
pista de discoteca donde se realizarían acciones motrices pero no pertenecerían
a habilidades deportivas. Sin embargo, la mayoría de acciones no habituales o
profesionales se encuadran en las habilidades deportivas: la carrera de una
velocista, el pase en baloncesto, los giros que efectúa una gimnasta, el golpeo
de un tenista, etc.
El deporte se sustenta en la ejecución de habilidades
motrices.
2.
Evolución de las habilidades motrices con la edad.
El desarrollo motor humano parte de las conductas motoras
innatas (nacemos con una serie de movimientos y actos reflejos “inscritos” en
nuestros genes) generalizadas (comunes a la mayoría de individuos), poco
especializadas y rudimentarias para generar conductas motoras aprendidas, cada
vez más complejas, especializadas y propias de cada entorno
físico-social-cultural.
3.
Las habilidades motrices básicas y las habilidades
motrices específicas.
Las habilidades
motrices básicas son aquellas familias de habilidades amplias, generales,
comunes a muchos individuos y que sirven de fundamento para el aprendizaje
posterior de nuevas habilidades más complejas, especializadas y propias de un
entorno cultural concreto.
Estas habilidades constituyen “el vocabulario básico” de
nuestra motricidad. Por ejemplo, todos los niños sanos saben
correr, han aprendido la habilidad motriz de la carrera. Es un aprendizaje
generalizado y amplio que puede servir de base para aprender nuevas formas de
carrera más complejas y elaboradas, propias de situaciones muchísimo más
específicas.
El dominio de las habilidades motrices básicas facilita
el aprendizaje de las habilidades específicas.
·
Clasificación de las habilidades motrices básicas:
Encontramos cuatro grandes familias:
§
Los desplazamientos:
Se trata de aquellas habilidades cuya función es la
traslación del sujeto de un punto a otro del espacio. Podemos distinguir los
desplazamientos habituales (marcha y carrera) de los desplazamientos no
habituales (cuadrupedias, reptaciones, trepas, deslizamientos, transportes).
§
Saltos:
Se trata de la acción de levantarse del suelo gracias al
impulso que realizamos.
Podemos encontrar diferentes tipos de saltos: saltos de
distancia, saltos con finalidad estética y saltos con manipulación de objetos.
§
Los giros:
Habilidades que suponen un movimiento completo de
rotación del cuerpo alrededor de uno de sus tres ejes imaginarios principales
(eje vertical, eje horizontal y eje anteroposterior).
Podemos distinguir las habilidades que se ejecutan con las manos, con la
cabeza, con los pies o mediante el uso de objetos.
Las habilidades que se ejecutan con las manos pueden adaptarse al objeto.
En cambio, las habilidades que se ejecutan con la cabeza, los pies u otros
objetos no se adaptan al objeto.
El manejo y control de objetos con las manos permiten realizar
lanzamientos, bote y recepciones. Mientras que el manejo y control de objetos
con los pies, cabeza u otros objetos permiten realizar golpeos, paradas y
conducciones.
Por manejo de móviles entendemos aquellas acciones que se basan
fundamentalmente en el contacto de un móvil u objeto, es decir, son habilidades
motrices básicas de dominio y control de móviles y estas pueden llevarse a cabo
a partir de movimientos propulsores como son los lanzamientos, movimientos de
absorción como son las recepciones y movimientos propulsores junto con movimientos de
absorción como son los botes.
Características principales:
En cuando a las características, definiremos y explicaremos las habilidades
motrices nombradas anteriormente, lanzamientos, recepciones y botes.
Definiremos lanzamiento, como la
acción de desprenderse de un objeto (en nuestro caso un móvil) mediante un
movimiento vigoroso de uno o ambos brazos (Batalla, 2000).
Desde el punto de vista del desarrollo motor, algunos autores como Cratty
(1970) y Wickstrom (1983) opinan que es muy importante trabajar y educar las
habilidades motrices desde la educación primaria. Por otra parte, desde el
punto de vista estructural, un lanzamiento puede ser ejecutado mediante un
movimiento bilateral, simétrico o asimétrico unilateral. Un movimiento
bilateral sería un lanzamiento ejecutado con ambas manos, y simétrico porque
las dos hacen el mismo movimiento en un mismo tiempo. Un movimiento unilateral
sería el realizado con una sola mano y asimétrico sería porque las dos manos no
realizan el mismo movimiento.
El lanzamiento más común que encontramos es el unilateral, es decir, con
una sola mano. Sobre este lanzamiento debemos tener en cuenta los siguientes
aspectos:
-
Una vez se decide
realizar el lanzamiento con un brazo, raramente lanzará con el contrario.
-
Se produce un desarrollo
de la dominancia lateral al especializase en un lado.
-
Es un factor que influye
en la lateralidad del niño.
En segundo lugar pasaremos a hablar de la recepción. Estas necesitan que haya un lanzador e implican la
acción de parar un móvil, controlarlo sin que nadie te lo quite o simplemente
despejarlo. Según Batalla (2000) definiremos recepción como la acción de intercambiar
y/o controlar un móvil en desplazamiento por el espacio.
Si nos basamos en el punto de vista funcional, la recepción de móviles hace
referencia a un entorno cercano, ya que posteriormente lo lanzaremos o haremos
el uso que requiera la situación. Desde el punto de vista estructural diremos
que podemos distinguir dos tipos de recepciones; cuando el objeto está en
movimiento o cuando se encuentra parado. Cuando el objeto esté en movimiento
podremos realizar paradas (cuando el objeto se queda retenido en nuestras
manos), controles (no llegamos a pararlo pero podemos hacer uso de el en la
acción siguiente) y despejes (desvían la trayectoria del móvil).
Y para finalizar hablaremos del bote.
Este podemos definirlo como una sucesión controlada de lanzamientos del balón
hacia el suelo para, aprovechando su efecto elástico, volverlo a recibir
(Batalla, 2000). También cabe destacar que hay otros autores, como por ejemplo
Trigueros & Rivera, que consideran el bote como una habilidad específica de
una tarea.
Si nos basamos en el punto de vista estructural diremos que el bote es una
sucesión de lanzamientos y recepciones, y al igual que los lanzamientos, el
bote también se puede realizar con una sola mano o con las dos. En segundo
lugar, si nos basamos en el punto de vista funcional haremos referencia al
trabajo previo de lanzamientos y recepciones, donde la acción correcta necesite
de factores perceptivo-motrices, como el dominio corporal, esquemas rítmicos en
la acción de botar, el ajuste del cuerpo al móvil y al espacio y la información
que se recibe del campo visual.
Las habilidades motrices específicas
son
aquellas habilidades propias del deporte, las técnicas de expresión, las
danzas, el mundo laboral, etc. Se utiliza una ejecución especializada y
aplicada. Por ejemplo: carrera de velocidad, carrera de fondo, triple salto,
lanzamiento de jabalina y el lanzamiento
de peso. Estas serian algunas de las habilidades motrices específicas.
4.
¿Cómo se enseñan las habilidades motrices?
En primer lugar, para aprender una habilidad motriz es
necesario querer aprender y sentirse capaz de hacerlo.
En segundo lugar, saber a quién se enseña, conocer el
nivel inicial del alumnado, graduar la dificultad de las actividades y
diversificar las condiciones de práctica, permitiendo que cada individuo se
ejercite en aquel nivel que le es más conveniente, y evaluar, de forma
constante el proceso de aprendizaje para poder efectuar las adaptaciones
necesarias.
La demostración, importante para enseñar a un alumno,
puesto que mediante ella el alumno observa y ejecuta la acción tal como la ve.
En cuanto a ella, es recomendable hacer la acción correctamente, sin errores
puesto que el alumno puede equivocarse.
Y por último, cuánto, cuándo y cómo practicar la
habilidad motriz. La práctica, es uno de los pilares más importantes del
proceso de enseñanza-aprendizaje. Respecto a cuánto y cuándo practicar es
importante, ya que se debe tener en cuenta
la edad de los sujetos, la complejidad de las tareas y el nivel de los
aprendices.
Nosotras nos preguntamos, ¿todas las habilidades se
enseñan igual?
Podemos diferenciar dos grandes tipos de habilidades
motrices según las más características del entorno donde se ejecutan:
·
Las
habilidades motrices abiertas:
Tienen lugar en
entornos cambiantes, inestables y poco previsibles.
Dado este carácter
inestable y cambiante del entorno, es fundamental proponer situaciones de
práctica en las que se desarrollen los mecanismos perceptivos y decisional.
Dada la gran
variedad de formas de ejecución de este tipo de habilidades, las situaciones de
práctica favorecerán la variabilidad.
Es muy importante
potenciar las situaciones de práctica similares a las condiciones reales de
aplicación de la habilidad.
·
Las
habilidades motrices cerradas:
Se ejecutan en
entornos estables y conocidos.
Hay que favorecer
la repetición de los aspectos clave, sin que con esto queramos decir que se
debe suprimir la variedad de la práctica.
Plantear el proceso
de enseñanza y aprendizaje de tal forma que sea motivante para los aprendices.
5. Evaluación de las habilidades y destrezas motrices básicas:
Según Jordi Díaz Luces, en el libro La enseñanza y aprendizaje de las habilidades y destrezas motrices
básicas, para evaluar las habilidades y destrezas motrices básicas se
pueden utilizar diferentes procedimientos, en función de las características o
aspectos que queramos valorar y del objetivo final que se persiga. Los dos
modelos tradicionales más importantes para la evaluación de las habilidades y
destrezas motrices son la observación del comportamiento motriz y el deporte
educativo.
El primer modelo nace a partir de la corriente
psicomotriz, intenta alejarse de los modelos basados en la medición de las
capacidades corporales e incorporar elementos de tipo cualitativo en el proceso
evaluador. Aparecen diferentes instrumentos para llevar a cabo la evaluación de
las habilidades motrices basadas en aislar rasgos o elementos concretos de la
conducta motriz humana y establecer niveles de desarrollo y aprendizaje. En la
actualidad, estos modelos están desfasados porque no conciben a la persona en
su globalidad y porque centran su atención en el resultado del aprendizaje y no
en el proceso de la adquisición de las habilidades motrices.
El segundo modelo inspirado en el deporte educativo
también se han centrado en el aislamiento de las conductas y habilidades
motrices intentando medir la eficacia del aprendizaje a partir del resultado de
la acción motriz. Al igual que el modelo anterior aunque algunos profesionales
aún lo utilicen, este modelo también esta agotado por las razones expuestas
anteriormente.
La propuesta para la evaluación de las habilidades
motrices básicas es que debe tener una función de regulación de los
aprendizajes. La evaluación es un elemento más del proceso de
enseñanza-aprendizaje y debemos utilizarla para tomar las decisiones necesarias
que nos permitan conducir con seguridad el proceso para asegurar llegar al
final con éxito.
Una evaluación reguladora comporta dos principios:
asegurar que las características de los alumnos responden a las exigencias del
sistema y garantizar que los medios de formación se corresponden con las
características de los alumnos.
La evaluación orientada a la toma de decisiones
corresponde a un modelo cualitativo y comprensivo, se inspira en una
perspectiva socio-crítica y se fundamenta en los principios de una evaluación
formativa. Esta evaluación tiene presente los diferentes momentos de evaluación
(inicial, formativa y sumativa), la evaluación tanto de los alumnos como del
proceso y del profesor.
OBJETO DE LA
EVALUACIÓN
Tradicionalmente la evaluación se centraba en el alumno y
en el resultado final. Actualmente el objeto de la evaluación es el alumno, el
proceso y el profesor.
•
La
evaluación del alumno se basa en la constatación de la progresiva
adquisición de los conocimientos teóricos y prácticos.
•
La
evaluación del proceso se realizará a partir del análisis y la reflexión
crítica de los elementos que intervienen y de los intercambios que se producen
en el propio proceso, para ver cuáles son o han sido los resultados y
utilizarlos como referencias para constatar si se han logrado.
•
Por
último, la evaluación del profesor es necesario para mejorar la acción
didáctica.
FINALIDADES DE LA EVALUACIÓN DE LA MOTRICIDAD EN EL
ÁMBITO EDUCATIVO
Las finalidades de la evaluación son diferentes en
función del objeto a evaluar, del momento en que se realiza y el área
específica de conocimiento desde donde se plantea.
La finalidad de la evaluación tenemos que entenderla como
una ayuda en el proceso de enseñanza-aprendizaje, teniendo finalidades específicas
para cada uno de los elementos que intervienen en el proceso. Para el alumno
tiene una finalidad informativa y orientadora, le proporcionara la información
del nivel en el que se encuentra, de su rendimiento... Las finalidades de la
evaluación para el profesor son conocer el ritmo de aprendizaje de sus
alumnos, diagnosticar su nivel, motivarlos en
el proceso de aprendizaje y poder asignar calificaciones. La finalidad del proceso educativo es
poder generar las decisiones que proporcionen los instrumentos de orientación,
refuerzo y recuperación necesarios para lograr las intenciones educativas en
todos los alumnos y alumnas.
CARACTERISTICAS DE LA EVALUACIÓN CONSTRUCTIVISTA
Blázquez destaca que las principales características que
definen el modelo de evaluación orientado a la toma de decisiones basándose en
planteamientos constructivistas e integradores son:
•
La
evaluación no es externa al proceso educativo: el proceso educativo y la
evaluación siguen un único camino, a la vez que interactúan y se complementan.
•
Está
incardinada en el programa: no se produce al final del proceso sino que intenta
regular el aprendizaje a partir del programa y de las capacidades.
•
Procura
la significatividad del aprendizaje: tienen en cuenta el nivel inicial de los
alumnos y permite avanzar en los nuevos contenidos.
•
No
es sancionadora: la evaluación no se debe entender como una sanción por un
deficiente proceso de aprendizaje, sino como una ayuda para poder progresar.
•
Informa
previamente: es necesario comunicar los objetivos de la asignatura y los que se
espera de él.
•
Verifica
el proceso: hay tres momentos claves de la evaluación: al inicio, durante y al
final del proceso.
COMPONENTES
PARA LA REGULACIÓN DEL APRENDIZAJE
Una evaluación constructivista e integradora debe tener
presente los componentes que regulan cualquier proceso de aprendizaje de los
alumnos. Jorba (1996) destaca estos componentes para la regulación del
aprendizaje:
•
Evaluación
inicial: aprendizaje previo, las ideas previas, sus intereses y perspectivas.
•
Comunicación
y representación de los objetivos: comunicarle al alumno lo que se espera de
él.
•
Construcción
del nuevo conocimiento: se producen los procesos internos de aprendizaje.
Ocurre después de las interacciones docente-discentes.
•
Aprendizaje
de los procesos de autorregulación: estrategias individuales que posibilitan la
regulación del aprendizaje. Constituye el aprender a aprender.
•
Regulación
de los mecanismos de compensación: consiste en establecer los ajustes
necesarios para facilitar la progresión del alumno.
•
Estructuración
del conocimiento: en este punto podemos considerar que se ha producido el
aprendizaje pero necesita una última fase para consolidar el aprendizaje.
•
Aplicación
del conocimiento: se consolida el aprendizaje cuando se puede aplicar en
contextos y circunstancias diferentes.
MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN
En el proceso de enseñanza-aprendizaje se debe
diferenciar una serie de momentos claves
que orientan la evaluación formativa a la vez que constituyen los mecanismos
que permiten la regulación de ese proceso. La evaluación inicial, formativa y
sumativa forman los tres momentos claves.
La evaluación inicial es el punto de partida y se
realiza al principio de un proceso de enseñanza y aprendizaje. La evaluación
formativa está formada por todas las comprobaciones que se realizan a lo
largo del proceso de enseñanza-aprendizaje con la finalidad de conducir con
éxito ese proceso. El último momento es la evaluación sumativa que se
realiza al final del proceso de enseñanza-aprendizaje y tiene como finalidad
comprobar si se ha conseguido los objetivos propuestos al inicio.
INSTRUMENTOS
PARA LA EVALUACIÓN DE LAS HABILIDADES Y DESTREZAS MOTRICES BÁSICAS
Los instrumentos de observación que parecen ser los más
aconsejables para la evaluación de habilidades y destrezas motrices básicas son
los siguientes:
•
Registre
anecdótico
Anotación y descripción de los hechos o comportamientos
que de manera destacada y no esperada aparecen en el proceso de
enseñanza-aprendizaje. El profesor toma nota de los comportamientos que han
aparecido durante la sesión y que son objeto de atención y de consideración en las
decisiones del profesor.
•
Lista
de control
Se trata de anotar al lado de las frases la presencia o
ausencia de la conducta o comportamiento
que se cita. Se trata de anotar sí o no en las frases de la lista de control.
Si queremos ser más específico podemos anotar
''a veces'', '' en alguna ocasión''... en lugar de sí o no. Un ejemplo
de lista de control para la evaluación de habilidades y destrezas motrices
básicas podría ser el siguiente.
CONDUCTA QUE HAY QUE OBSERVAR
|
SÍ
|
NO
|
Adapta los desplazamientos a las
diferentes velocidades propuestas.
|
||
Realiza correctamente los cambios de
sentido en los desplazamientos.
|
||
Sabe combinar los distintos ritmos
de pasos y apoyos de las actividades propuestas.
|
||
Reconoce y sabe realizar con los desplazamientos
diferentes tipos de trayectorias.
|
•
Escalas
de clasificación
Pretende clasificar los comportamientos motrices de una
habilidad, actividad o tarea realizada por los alumnos en un nivel determinado
de una escala que puede tener varios niveles, siempre tiene los extremos
definidos. El primero corresponde a la no existencia del comportamiento o a una
realización pésima del mismo y el otro extremo, corresponde a la mejor
realización del comportamiento. Hay diferentes tipos de escalas:
–
La
escala de clasificación ordinal o cualitativa, los niveles no guardan
siempre las mismas proporciones y no poseen nivel mínimo ni máximo. Un ejemplo
de este tipo de escala es la que sale a continuación
CONDUCTAS QUE HAY QUE OBSERVAR
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
Realiza los lanzamientos verticales
con la pelota.
|
|||||
Se desplaza a la vez que realiza
acciones diversas con la pelota.
|
|||||
Precisión en los lanzamientos
realizados con la pelota.
|
|||||
Alcance de los lanzamientos con la
pelota.
|
1 = Mal
|
2 = Regular
|
3 = Bien
|
4 = Muy bien
|
5 = Excelente
|
–
La
escala de clasificación numérica los extremos están definidos por un 0 y un 10.
CONDUCTAS QUE HAY QUE OBSERVAR
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
Asiste y participa a clase con
regularidad y puntualidad.
|
||||||||||
Nivel de creatividad en las acciones
motrices.
|
||||||||||
Aceptación de sus posibilidades
motrices.
|
–
Las
escalas de clasificación utilizan un gráfico para situar y
señalar el grado de comportamiento observado o nivel alcanzado por los alumnos.
La siguiente tabla además de ser una escala gráfica es
también un instrumento de autoevaluación
¿Conozco las diferentes trayectorias en que puedo
moverme?
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
¿Conozco diferentes maneras de
desplazarme?
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
¿Sigo los diferentes ritmos y
velocidades de desplazamientos en las actividades realizadas?
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
¿Se desplazarme imitando animales?
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
6. Canciones
motrices y cuentos motores.
Como dice Jose Luis Conde Caveda, Carmen
Martín Moreno y Virginia Viciana Garófano en el libro Las
canciones motrices (1999), las canciones motrices son recursos educativos
en Educación Física ya que promueven el desarrollo de las habilidades
perceptivo-motrices. Son las más estrechamente vinculadas con un parámetro
importante: el ritmo, nexo de unión entre cuerpo y movimiento. Por ello, son
especialmente útiles en edades tempranas.
El proceso de enseñanza de una canción motriz
se estructura en las siguientes fases:
1. Establecer un diálogo con la clase en
torno al tema central de la canción, enfatizando los aspectos novedosos.
2. Reforzar el vocabulario que se va a
emplear y trabajar el Esquema Corporal. Lo ideal sería preguntar sobre la
denominación y localización de los distintos segmentos corporales.
3. Es
el momento de enseñar la canción. Empezaremos por la letra. Seguidamente se
introducirá la entonación y el ritmo de forma progresiva.
4. Una vez aprendida la canción estamos en
disposición de introducir la dramatización... La parte motriz.
Después solo queda darle un toque cómico, es
importante que el docente esté desinhibido y que participe en los gestos. La
canción motriz es, en sí, divertida. No lo podemos olvidar.
Tal vez, al llamarlas Canciones Motrices,
mucha gente se quede extrañado y piense que es algo muy novedoso y elaborado,
pero en realidad todos conocemos alguna y al largo de nuestra vida las hemos
bailado en algún lugar. La más conocida para nosotras es la de Juan Pequeño
baila, Soy una taza y Chuchuá. Con estas simple y conocidas canciones se puede
trabajar la motricidad, siempre y cuando sepamos adaptarlo a las edades de los
niños y que el profesor este desinhibido, como ya hemos comentado antes.
Por otro lado, encontramos los cuentos
motores que, según Diego Alias Gallego, los cuentos son familiares y esenciales
en la vida del niño. Los cuentos son el lenguaje de la infancia, el lenguaje
que niños y niñas entienden mejor que ningún otro. Los cuentos proporcionan un
mapa afectivo del mundo, tienen el poder de procurarnos un mejor entendimiento
de las complejidades humanas e influyen de manera notable en nuestros
sentimientos. El cuento refuerza la capacidad de imaginar creando lazos de
afectividad entre emisor y receptor, que son pieza clave en la socialización
del niño.
Cuando el niño está escuchando un cuento, los
niños/as tienden a crerse la imagen de ser ellos/as los protagonistas de la
historia. Esta condición de protagonistas en el cuento motor se multiplica, ya
que el niño/a se le integra plenamente en lo que se está contando y se hace
protagonista activo al ir representando lo que en él se cuenta.
Para Conde
(2001), los objetivos que debe perseguir el cuento motor son:
1. Hacer al niño protagonista, desarrollando
su conducta cognitiva, afectiva, social y motora.
2. Desarrollar los elementos psicomotores
básicos (esquema corporal, lateralidad, estructuración espacial y temporal, y
ritmo), las cualidades motrices coordinativas (coordinación y equilibrio), las
habilidades básicas (desplazamientos, saltos, lanzamientos, recepciones y
giros), y las habilidades genéricas (bote, conducciones, golpeos, etc.)
3. Desarrollar las capacidades físicas de
manera indirecta
4. Sentar las bases preventivas e higiénicas
de la salud a través del ejercicio físico desde las primeras edades y como un
hábito de vida.
5. Desarrollar la capacidad creativa del niño
haciéndole interpretar corporalmente lo que se está verbalizando, potenciando
el desarrollo de su imaginación y construyendo sus capacidades cognitivas.
6. Globalizar la enseñanza de las áreas
musical, plástica y dramatización y lengua, entre otras, partiendo del centro
de interés: el cuento.
7. Descubrir el propio cuerpo como vehículo
de comunicación.
8. Enfrentar al alumno a la toma de sus
propias decisiones en cuanto a expresión y movimiento, tomando conciencia de su
cuerpo y del espacio que le rodea.
9. Interdisciplinar otras áreas,
principalmente Música, Plástica y Educación Física con el fin de globalizar la
enseñanza.
Como conclusión, Diego Alias Gallego nos dice
que El cuento motor representa una herramienta metodológica de enormes
posibilidades que puede ser utilizada en cualquiera de las áreas del currículo
de Educación Infantil y Primaria dado su carácter multidisciplinar, pero
especialmente en las relacionadas con la expresión y representación. El área de
Educación Física, de Educación Artística, o de Lengua en Primaria, o cualquiera
de los ámbitos de experiencia de la Educación Infantil, pueden dar cabida a
este recurso a través del cual se fomenta de manera extraordinaria la
imaginación, la socialización y la motricidad del alumno.
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